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martes, 13 de julio de 2010
Padre Alberto Hurtado
(1901-1952)
BIOGRAFÍA DEL PADRE ALBERTO HURTADO CRUCHAGA
Sólo tuvo quince años de sacerdocio, pero su preocupación por los pobres, su mensaje y las obras que dejó son un legado que trasciende hasta hoy. Conoce aquí cómo fueron sus primeros años de vida, el surgimiento de su vocación y sus días como religioso jesuita.
# INFANCIA Y JUVENTUD...
En una casa de Valparaíso...
Alberto Hurtado Cruchaga nació el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar. Sus padres fueron Ana Cruchaga Tocornal y Alberto Hurtado Larraín, quienes tuvieron dos hijos: Alberto y Miguel.
Cuando Alberto tenía cuatro años, murió su padre, dejando a la familia con una gran cantidad de deudas. Debido a la estrechez económica, doña Ana vendió a muy bajo precio el fundo donde residían los Hurtado Cruchaga. La madre viuda y sus dos hijos se trasladan a Santiago, alojándose como allegados en casas de familiares. A pesar de eso, Alberto observa en ella el espíritu de la solidaridad. "Las manos juntas para orar, pero abiertas para dar".
En el fundo de su infancia...
Para Alberto, la venta del fundo "Los Perales de Tapihue" significa su primer acercamiento a la pobreza.
Los hermosos parajes del campo de su infancia, ubicado en la zona de Casablanca, quedaron en la memoria de Alberto como alegres y apacibles días de juegos, libertad y unión familiar.
Ahora él y su familia no tendrían estabilidad, lo cual influye marcadamente en la vida de Alberto en años posteriores.
En el Colegio San Ignacio...
En el año 1909, cuando Alberto tenía ocho años, entró a estudiar al colegio San Ignacio de Santiago como alumno becado.
Más que por sus calificaciones, sobresalía por su bondad y entrega a los demás. Su inteligencia iba acompañada de un carácter alegre que atrajo la mirada de sus compañeros.
Por primera vez, a los 15 años, solicitó ingresar a la Compañía de Jesús. Sin embargo, sus superiores, entre ellos su director espiritual el padre Fernando Vives, le aconsejaron esperar hasta que finalizara el Bachillerato.
Egresó del colegio con el premio en Apologética y mención honrosa en todas las materias.
# CAMINO A LA UNIVERSIDAD
En 1918, Alberto ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad Católica.
La crisis social era insostenible debido al cierre de las salitreras en el norte. Los trabajadores emigraron en masa a la capital en busca de una solución, alojándose en albergues.
Alberto, después de sus clases y acompañado de algunos compañeros como Manuel Larraín y Augusto Salinas, visitaba estos lugares para darles apoyo moral a los desamparados mineros. En ese tiempo, las elecciones presidenciales del año 20 tensionaron y dividieron al país entre dos candidatos. Por un lado estaba Arturo Alessandri que defendía las ideas liberales y, por el otro, Luis Barros Borgoño quien representaba a los conservadores y a la Iglesia de esos años.
Alberto Hurtado participa activamente en política y es nombrado prosecretario rentado del Partido Conservador.
# UN PRIMER MILAGRO LO ACERCA AL SACERDOCIO...
Alberto Hurtado finaliza sus estudios de derecho con nota óptima de la Corte Suprema y distinción unánime en la Universidad Católica. Sin embargo, pese a la certeza de su vocación sacerdotal, debe postergar su deseo por la situación económica de su madre. El desenlace llegó cuando el juicio que había iniciado en contra del comprador del fundo de su infancia, dio sus frutos y el dinero adeudado fue devuelto. Con ello, doña Ana logra independizarse y Alberto, concreta su mayor anhelo: ser sacerdote.
El 14 de agosto de 1923, Alberto Hurtado ingresa a la Compañía de Jesús. Comenzó sus estudios en el Noviciado de Chillán, lugar que lo acoge por dos años. Luego viaja a la ciudad argentina de Córdoba, en donde realiza la etapa de formación llamada juniorado.
En 1927 se traslada al Colegio Máximo de Sarriá de Barcelona, en España, en donde cursa tres años de filosofía y uno en teología. Sin embargo, tras la instauración de la República en España en el año 1931, Alberto viaja a Bélgica debido a la persecución de que fueron víctimas las congregaciones religiosas, entre ellas la Compañía de Jesús. En la Universidad de Lovaina, continúa el segundo año de teología y, estudia simultáneamente pedagogía y psicología.
# HITO SACERDOTAL
El padre Hurtado es ordenado sacerdote en Lovaina, el 24 de agosto de 1933. Dos años más tarde, realiza en Tronchiennes la última etapa de formación jesuita: la tercera Probación. Obtiene brillantemente el grado de doctor en Pedagogía de la Universidad de Lovaina. Con ello, ha finalizado todos los estudios jesuitas en la Compañía.
Regresa a Chile en 1936, encontrándose con un país dividido socialmente, con altos niveles de pobreza, analfabetismo y marginalidad en las ciudades. La insensibilidad de las clases altas frente a la realidad chilena le causa gran aflicción.
Se concentraba preparando conferencias, en las que transmitía a los demás los problemas de Chile desde la visión de su alma y por medio de un particular carisma. También realizaba clases en el Colegio San Ignacio, la Universidad Católica, el Seminario Pontificio Mayor y dirigía a los alumnos mayores de la Congregación Mariana.
Un gran educador...
Le encantaba trabajar con los jóvenes, aplicando en sus cátedras los conocimientos adquiridos en el extranjero. Atrae por su entusiasmo y fuerza, incitando a vivir la experiencia de acercarse a Dios y entregarse a Él sin miedo. Con calidez, pero enérgico invitaba a las personas a "chiflarse" por Cristo.
Eran tiempos de grandes cambios políticos. Mientras el Padre Hurtado causaba un gran magnetismo, el Partido Conservador que durante años había representado a los católicos, se divide. Un grupo de jóvenes cristianos forma la Falange Nacional en 1935. Más tarde, la izquierda política agarra fuerzas en Chile por medio del Frente Popular, que llevó a la presidencia a Pedro Aguirre Cerda (1938-1941).
Acción Católica...
El Padre Hurtado trabajaba aceleradamente en varias actividades, entre ellas la construcción del Noviciado de Marruecos, cuando es propuesto por Monseñor Augusto Salinas a la Comisión Episcopal como Asesor de la Juventud de la Acción Católica en 1941.
Durante su conducción, el movimiento cobró auge, debiendo viajar de norte a sur para asistir a convocatorias masivas. En Santiago, se juntaban en la casa de Ejército Nº 3, considerada por los jóvenes como su segundo hogar. Llega a convertirse en Asesor Nacional, recibiendo críticas de algunos al interior de la Iglesia que denuncian su falta de sumisión a la jerarquía. Sin embargo, los mayores obstáculos provienen del Partido Conservador que acusó a la Acción Católica de fomentar entre los jóvenes el crecimiento de la Falange Nacional y la división de su partido.
Pese a la injusticia, renuncia a su cargo en 1944, conteniendo las reacciones de los jóvenes que lo apoyaban. Su aceptación resignada es una muestra de sabiduría.
Su huella en los libros y en las vocaciones...
A pesar de que su agenda estaba siempre saturada, reservaba tiempo a la elaboración de sus libros. Quienes lo conocieron, afirman que era un escritor apresurado que armaba sus obras en poco tiempo. Era un crítico social que analizaba la realidad del país y del mundo con una mirada atenta y suspicaz.
En el campo de las vocaciones, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron y se convirtieron en sacerdotes. Algunos de ellos ocupan cargos públicos importantes como el Padre Renato Poblete (ex Capellán del Hogar de Cristo), Carlos González (Obispo Emérito de Talca), Carlos Hurtado, Jaime Correa (postulador de la causa del Padre Hurtado), Patricio Cariola (Premio Nacional de Educación), Ignacio Ortúzar, Fernando Karadima y muchos otros...
Lucha por la justicia social
El Padre Hurtado lucha por la justicia social en Chile. Impulsa una transformación estructural a través de instancias claves, desde donde se podrían originar los cambios hacia una sociedad más justa. A su parecer "la injusticia social trae más males que los que puede reparar la caridad".
Le causa dolor la situación de los obreros en el país, quienes trabajan en condiciones paupérrimas, reciben sueldos miserables y carecen de leyes que los protejan. La lejanía de los obreros con la Iglesia, lleva al Padre Hurtado a propagar con vehemencia las encíclicas sociales que abogan por los justos derechos de los trabajadores.
Él piensa que el capitalismo y el comunismo no hacen más que proteger sus intereses unilaterales.
Un sacerdote obrero...
A mediados de la década del 40, la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin con todos los cambios originados en el mundo.
En Europa, se gestaban en la Iglesia ideas nuevas que se adaptan a la realidad del momento, como el sacerdocio obrero frente a las masas descristianizadas de trabajadores.
La idea de experimentar la vida de ellos en su medio laboral, resulta atractiva a varios sacerdotes. El Padre Hurtado decide trabajar de incógnito en duras condiciones en una salitrera del norte de Chile. Lo mismo hace en una mina en Lota, en el sur del país.
El pobre es Cristo...
Acababa de dejar la Acción Católica, cuando repentinamente un hecho inesperado lo involucra en otro proyecto.
En una noche fría y lluviosa de octubre del año 1944, el Padre Hurtado es interceptado por un pobre que le solicita ayuda porque no tiene un lugar en donde dormir. Al verlo, desamparado y enfermo, sintió que ese pobre era el mismo Cristo desolado.
Días después, contó esta experiencia a un grupo de señoras de la congregación del Apostolado Popular que se encontraba en un retiro.
En ese mismo momento, las asistentes sintieron el llamado de Cristo y decidieron entregar sus joyas y bienes que tenían a mano para dar impulso a una gran obra de caridad. El 21 de diciembre de ese mismo año, el Padre Hurtado coloca la primera piedra del Hogar de Cristo.
Cooperación para solucionar el problema de la vagancia infantil. Dar hasta que duela...
El encuentro con ese pobre marcó al Padre Hurtado fuertemente. El Hogar de Cristo surgió a partir de la necesidad espiritual que se acrecienta en él, cuando ve el rostro de Cristo en un hombre abandonado.
Concebida como una obra y responsabilidad de todos los chilenos, el Hogar imprimió en el país la conciencia de la solidaridad hacia el necesitado.
Desde un comienzo se financió con las donaciones voluntarias y fue colocado en manos de una comunidad de laicos dispuesta a trabajar por los más pobres.
Adultos, ancianos, enfermos y niños son acogidos con amor y respeto.
Nadie olvidará la enorme preocupación del Padre Hurtado por los niños vagabundos, a quienes recogía en su camioneta verde o tirándose por una cuerda desde los puentes del Mapocho.
# SU MUERTE...
El Padre Hurtado murió el 18 de agosto de 1952 afectado de un cáncer al páncreas cuando sólo tenía cincuenta y un años.
Durante el tiempo de su agonía, da gracias a Dios por enviarle una enfermedad que le permitió despedirse de sus amigos y "patroncitos", como llamaba a todos con cariño. Se entrega por completo a Dios con alegría, demostrando con ello su santidad al enfrentar la muerte con la espiritualidad que lo acompañó siempre. Dice: "El Patrón me llama y aquí estoy, listo y feliz".
Su muerte causó gran impacto y duelo nacional. Ese día los periódicos y revistas de diversas ideologías publicaron artículos sobre su vida. A su funeral asistieron autoridades, políticos, gente de diversas edades y condición social. Los presentes dicen que al sacar su ataúd fuera de la Iglesia del Colegio San Ignacio, una cruz de nubes se formó en el cielo.
Una visita de Dios...
Fue beatificado en Roma en 1994, tras una larga investigación de su vida y sus obras. La recuperación milagrosa de María Alicia Cabezas, afectada por una enfermedad cerebral, fue una de las muestras objetivas para que fuera considerado beato.
Hoy sus restos descansan en el Santuario Padre Hurtado, ubicado en la comuna de Estación Central en la ciudad de Santiago. Este santuario urbano acoge a quienes llegan en busca de consuelo, para dar gracias, orar o impregnarse del espíritu de un hombre santo. Un hermoso recorrido, dirige a su tumba en donde los peregrinos experimentan a diario un Encuentro con Cristo.
Canonización
Imagen Biografía
Contento, Señor contento.
* Cuando el 18 de agosto de 1952, Alberto Hurtado Cruchaga dejó esta tierra para encontrarse con el Señor, fueron muchos los que sintieron que habían convivido con un hombre santo. Quizás este sentimiento común, fue el que llevó a un visionario grupo de sacerdotes jesuitas a guardar y atesorar cada una de las pertenencias del Padre Hurtado.
* Fueron laicos y religiosos los que se unieron en una causa común, hacer de Alberto Hurtado un Santo para Chile.
Beatificación
* El 16 de octubre de 1994, su santidad Juan Pablo II, nos dio una alegría cuando beatificó al Padre Hurtado.
* Luego de años de investigación, el proceso había confirmado que la chilena María Alicia Cabezas Urrutia había sido objeto de un milagro del sacerdote Jesuita.
* A partir de esa fecha, el proceso continuó directamente al camino de la canonización.
* Luego de ser aceptado el milagro para la beatificación del Padre Hurtado, se empezó a buscar otro hecho inexplicable desde el punto de vista de la ciencia médica.
Proceso de Canonización
* El año 2000 se estudió en Chile otro caso. Fue enviado a Roma a fines del 2001 y en octubre de 2003 la Consulta Médica de la Congregación para la Causa de los Santos declaró por “unanimidad” que el caso presentado como “milagro” para la canonización era inexplicable para la ciencia médica. Lo mismo ocurrió meses después con el Congreso de Teólogos.
* El 19 de abril del 2004, el Papa Juan Pablo II firmó el decreto que confirmaba el segundo milagro atribuido al Padre Hurtado. Éste se refiere a la situación que vivió Vivian Marcela Galleguillos Fuentes, quien resultó herida de gravedad a raíz de un accidente automovilístico. La joven sufrió un daño neurológico calificado de irrecuperable por los médicos. Pese a ello, Vivian se recuperó totalmente y adjudicó su mejoría al creador del Hogar de Cristo.
* La Canonización del Padre Hurtado fue una gran noticia para el mundo católico, se dio a conocer el 24 de febrero, día en que se realizó el Consistorio Ordinario Público, reunión que convoca a todos los Cardenales para determinar solemnemente la canonización de los Beatos que se presentan.
Canonización
* El domingo 23 de octubre del 2005 en una mañana otoñal, el recién investido Papa Benedicto XVI, en compañía de 31 cardenales y de centenares de obispos y sacerdotes, inició la solemne Misa con la que culminaba el Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía.
* Exactamente a las 05:03 AM (hora Chilena) ocurrió lo que todo Chile esperaba: Alberto Hurtado Cruchaga fue declarado santo.
* La alegría y el fervor de los más de siete mil peregrinos chilenos que de madrugada habían llegado a la Plaza de San Pedro para aclamar al nuevo santo se hizo notar. Miles de banderas chilenas aparecían una y otra vez por las pantallas de la televisión. Mientras tanto, en Chile multitudinarias vigilias se realizaron en todo el territorio. En Santiago, más de 25 mil personas llegaron hasta la Explanada del Santuario Padre Hurtado para vivir este histórico momento.
* Con la Canonización culminó una etapa que llevaba años en proceso, sin embargo, aún tenemos una tarea inmensa por delante, y es hacer realidad el legado del hoy San Alberto Hurtado.
“No descansen mientras haya un dolor que mitigar”
San Alberto Hurtado VISITA A SANTUARIO DEL PADRE ALBERTO HURTADO Estas fotos son del santuario del padre Hurtado,ubicado en Santiago ,se guardan allí variadas reliquias pertenecientes a él,CASULLAS, EL ALBA QUE USABA, SU CUARTO, SU CAMIONETA VERDE,ESCRITOS, ETC.
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1 comentario:
hola, lorena, vengo a saludarte, me alegro, que me sigas visitando y que te gusten mis cosas, te mando un beso, y cuidate
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